domingo, 10 de marzo de 2013

Por una televisión que contribuya al desarrollo intelectual del niño


Inicio este texto con una cita del Critico de Televisión Omar Rincón que dice: “…las audiencias deciden qué es lo educativo de la tele cuando sacan algo de ella; lo educativo se da cuando el televidente encuentra algo que responda a sus necesidades y expectativas…”

Voy a referirme a la televisión como formadora de la sociedad, como medio de comunicación que gestiona conocimiento y lo emite en forma de programas, esta labor le confiere la categoría de servicio público que tiene el deber de cumplir con las funciones de informar, formar y entretener.  Por su parte la sociedad, como audiencia de la televisión, tiene a su vez el derecho de consumirla y el deber de exigir de ella contenidos de calidad, que aporten al crecimiento colectivo de esa sociedad, gracias a la cual genera sus ganancias.

Si hablamos específicamente del público infantil esta relación audiencia – público es mucho más compleja.  Si comparamos el consumo de televisión con el consumo de alimentos en un niño, debemos considerar que por estar en etapa de crecimiento, su alimentación debe ser cuidadosamente seleccionada y supervisada por un adulto, para que le provea todos los nutrientes necesarios para su correcto desarrollo.  El cual se vería truncado si solo consumiera dulces y comidas rápidas, cosa que el niño haría si la decisión estuviera en sus manos.  A su vez, al consumir televisión el niño no tiene aun la capacidad de seleccionar los contenidos que lo nutren. Consume los que le gusta.  Por lo tanto es deber de los adultos, no solo supervisar lo que los niños ven en la televisión, sino también exigir como sociedad, de los canales de televisión, que los productos que ofrecen contengan los nutrientes necesarios para aportar al adecuado desarrollo social e intelectual de la infancia.

La pregunta en este caso sería ¿Nuestros canales están nutriendo adecuadamente a nuestros niños con los programas que ofrecen?

Ante esta pregunta Peter Moss, un experto en televisión infantil que fue de los protagonistas del desarrollo de la solida industria de televisión infantil en Canadá, nos habla sobre la experiencia en ese país: “…queríamos ganar la competencia por la atención de nuestros niños.  Y es una competencia seria, porque si perdemos en esta era digital ¿Quién introducirá a los niños a su propia cultura?, ¿Quién los introducirá a esa, nuestra forma de hacer las cosas y a lo que nuestras expectativas sociales son en realidad?”

Es decir, que la labor no termina con lograr que vean televisión que le aporte a su desarrollo, pues en ese caso con que vean alguno de los canales multinacionales de televisión infantil, el problema estaría resuelto.  A ello se le suma, que los niños deben poder ver programas sobre sus realidades, con las historias de su país o región, los tipos de relaciones que se dan en su sociedad particular y que les permita ser protagonistas de sus programas, contar sus propias historias y con ellos lograr una verdadera identificación y generación de sentido.  

De acuerdo con esto el panorama de la televisión infantil en nuestra región latinoamericana estaría bastante desolado, las parrillas de programación tienen sus franjas infantiles pobladas de enlatados extranjeros.  Sin embargo si hay excepciones, algunos países están trabajando en generar formatos adecuados para este público y llevando a los niños contenidos que los nutren en su desarrollo.  Es el caso del programa infantil de telerealidad La Lleva, producido en Colombia en el canal cultural público Señal Colombia.  Un programa en el que un niño viaja a conocer a otro niño de una región apartada y allí vive una aventura donde aprende, hace amigos, contrasta su forma de  vida con la de otros y aprende de esas diferencias.  Este es un muy interesante ejemplo de televisión nutritiva para niños.    




sábado, 9 de marzo de 2013

Consideraciones a cerca de la alfabetización audiovisual


La alta exposición a los medios de comunicación y en especial a la televisión de la mayoría de la población en edad escolar, ha generado en ellos una familiaridad con el lenguaje audiovisual que les permite una comprensión básica de los contenidos que allí ven.  Sin embargo esa familiaridad no es suficiente para que se de un adecuado aprovechamiento del medio.  Para que puedan alcanzar una comprensión más profunda de esos contenidos y  para que desarrollen la capacidad de discernir y de procesar esa información y no se limiten a aceptarlo todo pasivamente.  

Es por esto que es en la actualidad es indispensable la alfabetización audiovisual y para comprender este concepto podemos referirnos a la definición que plantea la autora Mercé Oliva Rota que indica que es: “enseñar a comprender, analizar y usar los medios de comunicación. No se trata, por tanto, de educar a través de los medios (“educación con medios”), utilizándolos como material de apoyo (por ejemplo, visionar Octubre, de Sergei Eisenstein, para ilustrar una lección sobre la Revolución Rusa), sino de transformar la comunicación audiovisual en materia de estudio.”

Existen consideraciones importantes a tener en cuenta al momento de trabajar la alfabetización audiovisual.  Una de ellas es que este es un proceso en el que es vital aprender haciendo.  Por lo tanto no puede limitarse al estudio de los conceptos básicos del lenguaje y de cómo se hace la investigación, preproducción, producción y post producción.  Es vital pasar a la realización y enfrentarse al proceso de definir un tema, investigarlo, delimitarlo, escribir un guion, conocer las posibilidades narrativas audiovisuales con las cuales se puede contar la historia, abordar el dilema de elegir los elementos más apropiados de acuerdo con el tema, el objetivo y los recursos disponibles.  Luego entrar a la producción conocer los equipos, manipularlos, producir y posteriormente hacer la post producción de ese material eligiendo lo mejor de lo que se grabó y tomando decisiones a partir del plan inicial.  Adicionalmente es importante embarcarse en este proceso con humildad y actitud abierta, sin la pretensión de impresionar a los demás o de ganarse algún reconocimiento, sino con el simple objetivo de aprender como se hace, dispuesto a equivocarse y aprender de ello.  

Experimentar este ejercicio le permitirá al estudiante obtener no solo habilidades para la lectura crítica de los contenidos audiovisuales y la capacidad de avocarse a realizar una pieza audiovisual, sino que lo introduce en la dinámica de la comprensión de la mecánica de funcionamiento que hay en la industria audiovisual y en los medios de comunicación en general y las relaciones que tienen con los diferentes estamentos de la sociedad.

Finalmente es importante resaltar que Incursionar en la alfabetización audiovisual no es opcional, es indispensable. Se debe dotar a la sociedad de estas habilidades pues son necesarias para comprender el mundo que nos rodea. Según el autor Roberto Aparici en su artículo La Educación para los medios de comunicación: “El entorno que nos rodea está conformado por las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación. Y de alguna manera nuestra sociedad y nuestra época sólo pueden entenderse si se manejan algunos de los códigos consustanciales a las nuevas tecnologías.”

El Lipdub y su potencial como experiencia de video colaborativo en la educación



La Web 2.0 trae consigo un abanico de herramientas y géneros que posibilitan la participación y colaboración en la producción y difusión de contenidos a todos los usuarios.  El audiovisual es uno de los terrenos que más se ha enriquecido con esas novedades, como es el caso del género conocido como el Lipdub, un formato audiovisual que Wikipedia define como: “Un lipdub o lip dub ("doblaje de labios") es un vídeo musical realizado por un grupo de personas que sincronizan sus labios, gestos y movimientos con una canción popular o cualquier otra fuente musical.  Se suele realizar en una sola toma (plano secuencia), en la que los participantes hacen playback mientras suena la música en un reproductor móvil.”  

Esta herramienta que ha nacido en el campo del video musical y con motivaciones relacionadas con la diversión y el entretenimiento, se ha extendido al campo educativo, donde se adapta fácilmente a las motivaciones propias de este y ofrece diversos beneficios para el proceso de aprendizaje del estudiante.

En primer lugar la música y el videoclip son productos de alto interés y consumo por parte de los jóvenes, la posibilidad de incluir estos en el proceso educativo facilita el su aceptación, pues la participación del estudiante en un proyecto que incluye ambos elementos, está garantizada. 

La producción de un Lipdub implica trabajo en equipo durante todo el proceso de pre producción, producción y post producción del video.  Esto requerirá que los miembros del grupo se pongan de acuerdo, negocien sus posiciones, distribuyan tareas, respeten el espacio de trabajo del otro, se expresen ante la cámara, hagan uso de su creatividad para definir las diferentes situaciones que presentarán y estudien el tema específico que trabajarán en su proyecto.  

Todas estas labores le proporcionan habilidades clave que debe adquirir y desarrollar un estudiante durante su proceso educativo. 




En un artículo sobre el tema llamado El fenómeno del Lipdub como experiencia audiovisual colaborativa en la era de la web social de la autora María Purificación Subires Mancera, se explica en sus conclusiones que: “Aunque cualquier obra audiovisual ya sea de por sí una experiencia de trabajo en equipo, en el caso del lipdub se acentúa este rasgo, por lo que supone la implicación de usuarios que no son profesionales de la producción audiovisual ni de la escena, pero que ponen su granito de arena, ofreciendo su lado más amable y divertido con el fin de contribuir a una creación audiovisual. Se basa así en una experiencia de trabajo colaborativa, en sintonía con la idea de la inteligencia colectiva. La propiedad de la obra se diluye y se convierte en una especie de wiki audiovisual, en la que todos aportan algo. El lipdub podría ser definido como un videoclip “colaborativo”.”

La producción de Lipdub en el terreno de la educación ofrece varias ventajas abordándola desde su valor como actividad de producción audiovisual colaborativa, que ubica al alumno como protagonista del proceso y le permite tener una experiencia educativa y entretenida a la vez.

viernes, 8 de marzo de 2013

Potencial educativo de la televisión fuera del aula


En su trabajo Televisión Educativa: su eficacia y sus pretensiones, del autor Francisco Martínez Sánchez de la Universidad de Murcia, se hace una pregunta muy interesante “¿Existe realmente una televisión educativa o toda la televisión es educativa?”  

El autor plantea que en la medida en que la televisión como medio masivo de comunicación tiene como funciones entretener, formar y formar, tendríamos que concluir que toda la televisión es educativa.  Pero como sabemos, aunque formar sea una de sus funciones, es la que menos ejerce, específicamente la televisión comercial, que es la que de mayor consumo en el mundo actualmente.   
En este sentido el autor afirma que “…los medios tienen que ver con la imposición de unos contenidos y con ellos unos significados y la educación trata de desarrollar capacidades intelectuales y sociales que hagan posible que de forma individual, cada sujeto asigne significados a lo que le rodea.”

Si nos vamos a la definición de educación que ofrece Wikipedia encontramos que: “La educación, (del latín educere 'sacar, extraer' o educare 'formar, instruir') puede definirse como:
El proceso multidireccional mediante el cual se transmiten conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar.  La educación no solo se produce a través de la palabra, pues está presente en todas nuestras acciones, sentimientos y actitudes.
El proceso de vinculación y concienciación cultural, moral y conductual. Así, a través de la educación, las nuevas generaciones asimilan y aprenden los conocimientos, normas de conducta, modos de ser y formas de ver el mundo de generaciones anteriores, creando además otros nuevos.
Proceso de socialización formal de los individuos de una sociedad.”

A partir de estas dos definiciones de lo que significa la educación, entiendo que no puede limitarse el concepto solo al terreno del proceso de educación formal que se da en el aula.  Las experiencias, la observación, la lectura y el dialogo que desarrolla el estudiante fuera del aula en otras facetas de su vida son insumos vitales que se integran en su proceso de aprendizaje.  

La televisión, ofrece al estudiante opciones para complementar, contrastar, confirmar, ampliar, investigar y comprender diferentes temas y su decisión de acceder a ella puede darse de manera espontanea en su búsqueda de aumentar sus conocimientos, motivado por su curiosidad natural o simplemente en su tiempo de ocio y diversión.

La televisión no necesariamente debe insertarse en el proceso educativo del aula e incorporarse a los contenidos y evaluación que establece el profesor, para lograr que el estudiante tome de ella elementos que le aporten a su aprendizaje.

Por ejemplo ver un documental sobre los diferentes sistemas de gobierno existentes que contenga las opiniones a favor y en contra de diferentes expertos, los puntos de vista de los habitantes, las ventajas y desventajas que cada uno le ha traído a sus pueblos, le permitirá al alumno aprender de este tema con mayor claridad, pluralidad, realismo y sin imponerle una posición sobre el tema, lo cual ofrece mayores ventajas que leerlo en un libro o escuchar la explicación del docente sobre el tema. 

Es decir que de la misma manera que el estudiante visita la biblioteca como una importante fuente de conocimiento, la televisión es un espacio para acceder a programas de televisión que contienen conocimiento y que, además, el estudiante relaciona la televisión con su tiempo de diversión y entretenimiento.

El punto clave seria entonces orientar y educar a los estudiantes para mejorar sus criterios de selección de la televisión que consumen, de tal forma que prefieran aquellos programas que además de divertirlos e informarlos, también los formen.   

jueves, 7 de marzo de 2013

La Televisión como formadora de la sociedad


En esta entrega hablaremos de algunos de los elementos clave que debe tener la televisión educativa,  para que pueda lograr cautivar al público.   Pero ya no solo en el escenario escolar y viéndola desde la perspectiva de la educación curricular,  si no desde su función como medio de comunicación público y desde la perspectiva de su labor como formadora de la sociedad en general, ya que es esta una de sus funciones principales como medio de comunicación de masas.
  
Sobre este tópico el crítico de televisión Omar Rincón nos plantea un manual muy interesante llamado Los 10 mandamientos para hacer televisión educativa. Hablaré de algunos de ellos que entiendo son claves para comprender el papel de la televisión al educar al público.

Los tres primeros se refieren a la importancia de que se use el lenguaje audiovisual para contar los contenidos de televisión educativa.  “La Televisión ha demostrado que es una máquina eficiente para contar historias” afirma Rincón.

Por lo tanto cualquier tipo de mensaje, moraleja, enseñanza, postura, teoría o contenido en general que quiera transmitirse a través de la televisión debe ser contado con la narrativa audiovisual propia de la televisión.  Debe convertirse en un cuento y, por supuesto, debe estar bien contado, utilizando los elementos que conforman una estructura narrativa para que logre atrapar a la audiencia.

Esto concuerda con lo expresado por la autora Magdalena Albero, en Infancia y televisión educativa en el contexto multimedia.
“La Televisión es narrativa. La narrativa es, además, algo presente en todas las culturas…y la televisión recoge para sus historias los elementos fundamentales de toda narrativa: la lucha entre el bien y el mal, los héroes, los obstáculos, los momentos de clímax, la resolución de los conflictos.”

El cuarto mandamiento propuesto por Omar Rincón afirma “…La televisión es educativa cuando es escenario del diálogo intercultural…”   La televisión nos presenta en sus historias modelos sociales, es decir formas de ver y entender el mundo del grupo socio cultural en el cual esté contextualizada la historia.  Esto convierte a la televisión en una especie de ventana a través de la cual los diferentes sectores de la sociedad pueden conocerse y reconocerse unos a otros, de tal forma que puedan entender sus diferentes realidades y visiones del mundo y dialogar entre sí.   Esto evita que nuestra imagen de “esos otros” se limite a lo que creemos que son y nos lleva a asomarnos a  su realidad y aprender lo valioso en que hay en ellos.  Sin duda, es este un gran aporte educativo que puede y debe hacerle la televisión a la sociedad.

Por último en el mandamiento número diez Omar Rincón afirma que: “…la televisión es educativa en cuanto genere proyectos de interactividad con la comunidad educativa…”  los programas de televisión deben pensarse desde su concepción como parte de la red de aplicaciones y medios que conforman el panorama de la web 2.0.  Es decir que hay que pensar como se conectará con Internet, con un video juego, con las redes sociales, las wikis, los blogs, donde se almacenará para que pueda ser visionada en línea, etc. 

En ese proceso de concepción debe tenerse como insumo clave las necesidades y expectativas de aquellos que son los actores principales del proceso educativo día a día: los docentes y alumnos.  Su participación antes, durante y después del proceso de creación de un programa de televisión es clave, para que esté acorde con la realidad, logre la generación de sentido, abra espacios de participación, permita la colaboración y el feed back, con lo cual se amplían sus posibilidades de mayor impacto y perdurabilidad en el tiempo.  

lunes, 4 de marzo de 2013

Lo que la televisión educativa debe aprender de la televisión comercial



En la entrega anterior hablamos del papel de la televisión educativa como una de las piezas del proceso de aprendizaje en el contexto de la multimedia.   En esta oportunidad profundizare sobre las características de forma y de fondo que deben tener esas piezas de acuerdo con algunos expertos en la materia.

En sus inicios la televisión educativa se limito a reproducir la clase tradicional en televisión, este comienzo genero poca acogida aunque en su momento, logro ser una solución importante para alfabetizar a la comunidad, especialmente en América Latina.   Con el tiempo el lenguaje audiovisual y los contenidos fueron evolucionando, pero  a pesar de ello, la televisión educativa siempre se ha quedado corta frente a la televisión comercial a la hora de competir por conquistar las audiencias. 

En el texto Infancia y Televisión Educativa en el Contexto Multimedia  encontramos claves del porque de esta situación: “La televisión es, ante todo, entretenimiento, color, narrativa, contenidos multitemáticos, abiertos, desordenados y, muy importante, un instrumento que se relaciona con el descanso, el tiempo de ocio.”
“…la solución no pasa por hacer una televisión alternativa a la comercial, si no por hacer televisión, siguiendo las formas a las que el espectador está acostumbrado, pero cuidando la calidad de los contenidos…” 

Primera lección clave: el que un programa de televisión este hecho con el objetivo de educar no lo exime de su deber de entretener y divertir, estas dos son funciones  indispensables que debe lograr este medio.   La educación y la diversión son dos objetivos que deben convivir en armonía en todo programa de televisión educativa.   

Segunda lección clave: el lenguaje televisivo es común a todo tipo de televisión independiente de que su objetivo sea educativo o comercial,  es un lenguaje que está arraigado en el público, que lo acepta y lo comprende sin mayor esfuerzo.  

Los programas de televisión educativa han tenido la tendencia a marcar distancia de la televisión comercial usando lenguajes menos televisivos,  concentrándose más en el QUE se dice y menos en el COMO se dice.  Es vital entonces, empezar a preocuparse por el COMO se dice, mejorando los formatos, las estructuras narrativas, la construcción de los personajes y el lenguaje audiovisual, sin dejar a un lado lo que se ha logrado avanzar en el QUE se dice, es decir los contenidos con finalidad educativa.  


El papel de la TV educativa infantil en el rompecabezas del aprendizaje



De acuerdo con los últimos estudios la televisión educativa infantil de hoy no puede enfocarse en entregar contenidos a los niños, debe enfocarse en ser un detonante  del proceso de aprendizaje, encendiendo en ellos la chispa de la curiosidad y el deseo por saber más  e incentivando a que busquen, experimenten, comparen y comenten  a través de las diferentes opciones que les ofrece su entorno.  Debe pensarse como una pieza del rompecabezas del aprendizaje.  

Este es el tema que nos presenta la profesora Magdalena Albero Andrés en su artículo Infancia y Televisión Educativa en el Contexto Multimedia, en el que dice que:  “El pensar un programa de televisión para ser usado en un contexto multimedia permite la presentación de unos contenidos abiertos que puedan ir creciendo a partir de los intereses de los propios espectadores, de su trabajo en la búsqueda de información, de su contacto con otros.”

Esta realidad plantea un reto importante y un cambio de paradigma en la producción de televisión educativa.    De acuerdo con esto los nuevos productos educativos infantiles deben diseñarse pensando en que su destino es insertarse en el contexto en el que se da el aprendizaje del niño, y por lo tanto su finalidad debe ser incentivar  e inducir al pequeño a enriquecer el proceso con elementos y experiencias que faciliten que se de la generación de sentido, es decir el establecimiento de la relación entre el concepto y un experiencia vivida a cerca del mismo, que permita fijar ese aprendizaje en su memoria.   

Antes se estudiaba un tema a partir de la explicación de la maestra, la lectura del libro de texto y la elaboración de una tarea.  Hoy con la Internet y la multimedia el niño puede además, buscar un video en Youtube, entrar a un foro y hacer comentarios, consultar Wikipedia,  encontrar en la Web el nombre de un investigador experto en el tema, visitar su página web y enviarle un correo, darle un "me gusta" a la información, publicar una opinión o hacer preguntas, ponerla  en su muro de Facebook, poner un Twitter, acercarse al objeto de estudio para grabarlo o tomarle fotografías y subir este material a la Web, entre muchas opciones más.    Todas estas posibilidades le brindan al estudiante una relación altamente participativa, colaborativa y de construcción de su propia experiencia sobre el tema de estudio, que le permitirán comprenderlo y no solo aprenderlo.

domingo, 3 de marzo de 2013

Evolución del lenguaje audiovisual para la Web 2.0




La Web 2.0 ha traído cambios trascendental en la forma como se da la relación entre medios de comunicación y usuarios, haciéndola más interactiva, más participativa y pasando del sentido vertical al horizontal.   Se da una evolución constante en las plataformas, los software y los dispositivos, es decir en toda estructura técnica sobre la cual se soporta la comunicación.  Por consiguiente los contenidos audiovisuales y el lenguaje audiovisual con el que se expresan esos contenidos, deben evolucionar, y lo están haciendo.   

El documento clave sobre el tema Web 2.0, que en su traducción al español se titula, Que es Web 2.0 Patrones de diseño y modelos de negocio para la siguiente generación del software del Autor Tim O’Reilly nos habla de los patrones de diseño y uno de ellos es clave para el tema de lenguajes narrativos audiovisuales, aquel que dice “Los Usuarios Añaden Valor”.

Esta recomendación pensada para el desarrollo de software de aplicaciones de Internet, es una máxima que aplica perfectamente en el contexto de la concepción y desarrollo de contenidos audiovisuales,  especialmente si tenemos en cuenta que ya no nos dirigimos a consumidores, si no que interactuamos con prosumidores.   Esto implica que lo que debe ofertar el realizador no es una historia terminada, si no una historia en proceso de construcción, que brinde la posibilidad de participación en términos de comentar, opinar, tomar decisiones con los personajes, documentar situaciones, enlazarla, etiquetarla, clasificarla,  modificar sus contextos y toda una amplia gama de posibilidades más que irá creciendo a medida que se den experiencias de este tipo e interacciones entre sus usuarios y realizadores. 

jueves, 28 de febrero de 2013

Que hacer y que no hacer al usar video en el aula


El video es una herramienta que ofrece grandes ventajas para el proceso de enseñanza y aprendizaje en el aula, pero no es la solución a todos los problemas y , específicamente en el contexto educativo, no funciona de manera aislada.  Al utilizar un video con estos fines debe cumplirse un proceso de búsqueda, análisis, planeación, diseño de la estrategia de uso y por supuesto su ejecución.   Es indispensable que haya una participación activa del docente y del alumno antes, durante y después del visionado del video.   



El autor Juan Luis Bravo Ramos, en su artículo "El Video Educativo"  plantea  que en la estrategia didáctica a desarrollar se deben tener en cuenta seis aspectos clave:



1. Presentación del video
2. Condiciones de visionado
3. Actividades  del alumno
4. Actividades del profesor
5. Guión de la puesta en común
6. Material complementario



Así como el video es una herramienta beneficiosa para la educación, si no se usa adecuadamente puede convertirse en una pérdida de tiempo y esfuerzo.  El autor José Manuel Morán en su artículo El Video en el Aula hace referencia a cinco usos inadecuados del video en el aula:  



1. Poner un video porque el profesor tiene que ausentarse del aula.
2. Presentar un video que no tiene relación con el tema concreto que se está trabajando.
3. Saturar al estudiante presentando videos constantemente.
4. Presentar un video para dedicarse a criticar sus fallos.
5. Presentar un video aislado sin discutirlo o trabajar actividades adicionales sobre él.



El uso de un video en el aula no puede limitarse a ser una actividad de transferencia de conocimiento, debe enriquecerse con actividades que lo conviertan en una experiencia de enseñanza aprendizaje que le permita al alumno adquirir habilidades como por ejemplo la capacidad de leer de una manera critica este lenguaje, es decir su alfabetización audiovisual.



Somos consumidores de la televisión y el video desde niños, vemos el lenguaje audiovisual,  pero con poca frecuencia nos preocupamos por estudiar y comprender ese lenguaje para poder leerlo de una manera más efectiva y critica, de forma tal que podamos aprovecharlo mejor.    



Así como en la escuela nos preparan para leer y comprender una lectura, el incorporar piezas audiovisuales en el proceso formativo y enseñarle a los alumnos a leer y comprender esas piezas es una oportunidad para formar televidentes  mas preparados y selectivos al momento de definir  que y como consumen los contenidos audiovisuales. 

miércoles, 27 de febrero de 2013

Las múltiples posibilidades del uso del video en los procesos de enseñanza - aprendizaje


En el proceso de investigar sobre los significados del concepto de video educativo existentes, a partir de los estudios sobre el tema, me he encontrado en la Web con una investigación llamada Video Digital: análisis de sus aplicaciones como objeto de aprendizaje.  Fue realizada en 2012 por Adriano Dias de Souza, y puede consultarse en el Repositorio de la Universidad Federal do Rio Grande do Sul.   En su marco teórico hace una relación de conceptos y definiciones clave para el tema del video educativo como objeto de aprendizaje, a partir de la consulta y cita de diferentes autores.  En una de ellas nos presenta la clasificación de los videos educativos a partir de su objetivo o finalidad, con una cita del autor Ramos (2008. Pg. 100).


“(…) estos pueden ser instructivos, cuya misión es instruir o lograr que los alumnos dominen un determinado contenido; cognoscitivos, si pretenden dar a conocer diferentes aspectos relacionados con el tema que están estudiando; motivadores, para disponer positivamente al alumno hacia el desarrollo de una determinada tarea; modelizadores, que presentan modelos a imitar o a seguir; y lúdicos o expresivos, destinados a que los alumnos puedan aprender y comprender el lenguaje de los medios audiovisuales.”

Al respecto encuentro que estas categorías presentadas abarcan gran cantidad de los objetivos que puede perseguir un docente al usar un video en el proceso de aprendizaje.  Adicionalmente pienso que con la evolución de la educación, esta clasificación se puede ir enriqueciendo para aprovechar otras posibilidades que ofrece la herramienta y dar más opciones a los docentes en su labor.  

Por ejemplo se podría agregar el video investigativo cuyo objetivo sería acompañar y documentar el proceso de investigación y descubrimiento de conocimiento de un tema especifico por parte de los estudiantes.  De tal forma que puedan al finar usar ese video  para determinar aciertos y desaciertos que les permitan aprender de sus errores y mejorar.

Otra posibilidad sería el video artístico que le permita al estudiante jugar con imágenes, formas, colores, transiciones, sonidos, música y efectos de tal manera que pueda crear libremente una pieza de video arte, a través de la cual aprender y expresar conceptos de formas no convencionales, al mismo tiempo que desarrolla su creatividad.