jueves, 28 de febrero de 2013

Que hacer y que no hacer al usar video en el aula


El video es una herramienta que ofrece grandes ventajas para el proceso de enseñanza y aprendizaje en el aula, pero no es la solución a todos los problemas y , específicamente en el contexto educativo, no funciona de manera aislada.  Al utilizar un video con estos fines debe cumplirse un proceso de búsqueda, análisis, planeación, diseño de la estrategia de uso y por supuesto su ejecución.   Es indispensable que haya una participación activa del docente y del alumno antes, durante y después del visionado del video.   



El autor Juan Luis Bravo Ramos, en su artículo "El Video Educativo"  plantea  que en la estrategia didáctica a desarrollar se deben tener en cuenta seis aspectos clave:



1. Presentación del video
2. Condiciones de visionado
3. Actividades  del alumno
4. Actividades del profesor
5. Guión de la puesta en común
6. Material complementario



Así como el video es una herramienta beneficiosa para la educación, si no se usa adecuadamente puede convertirse en una pérdida de tiempo y esfuerzo.  El autor José Manuel Morán en su artículo El Video en el Aula hace referencia a cinco usos inadecuados del video en el aula:  



1. Poner un video porque el profesor tiene que ausentarse del aula.
2. Presentar un video que no tiene relación con el tema concreto que se está trabajando.
3. Saturar al estudiante presentando videos constantemente.
4. Presentar un video para dedicarse a criticar sus fallos.
5. Presentar un video aislado sin discutirlo o trabajar actividades adicionales sobre él.



El uso de un video en el aula no puede limitarse a ser una actividad de transferencia de conocimiento, debe enriquecerse con actividades que lo conviertan en una experiencia de enseñanza aprendizaje que le permita al alumno adquirir habilidades como por ejemplo la capacidad de leer de una manera critica este lenguaje, es decir su alfabetización audiovisual.



Somos consumidores de la televisión y el video desde niños, vemos el lenguaje audiovisual,  pero con poca frecuencia nos preocupamos por estudiar y comprender ese lenguaje para poder leerlo de una manera más efectiva y critica, de forma tal que podamos aprovecharlo mejor.    



Así como en la escuela nos preparan para leer y comprender una lectura, el incorporar piezas audiovisuales en el proceso formativo y enseñarle a los alumnos a leer y comprender esas piezas es una oportunidad para formar televidentes  mas preparados y selectivos al momento de definir  que y como consumen los contenidos audiovisuales. 

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